Se apagó el motor

El Barça, ese bonito chasis golpeado por todos lados, se ha quedado sin motor. ¡Por fin! Deco, el encargado de mover aquel equipo que deslumbró a todo el mundo, ahora sí, abandona la disciplina culé. Lógicamente, como todo hijo del Barça, no esperen que se marche calificando con bonitos halagos a una entidad que siempre le ha respetado y le ha valorado como lo que ha sido: un motor dentro y fuera del campo.

Mediocentro creativo a la vez que destructivo, Deco llegó en 2004 para empezar a dar forma a un equipo que estaba creciendo. En pocos meses, el luso demostró que iba a ser una de las almas matern de un Barça de ensueño. Y así fue. En parte, gracias a ese fuerte carácter que tantas malas pasadas le ha jugado, pero que fue clave en ciertos momentos para el equipo.

Ahora, quizás un año tarde, Deco se va de un equipo del que fue padre y, poco a poco, lo ha ido dejando huérfano. No le recrimino nada al luso. Es cierto que siempre mostró compromiso en el campo cuando se le exigió; pero tampoco miento si afirmo que a Deco, como a otros muchos compañeros suyos de farra, le ha faltado ilusión después de los mayúsculos éxitos de 2006. Una ilusión que ahora espero que encuentre lejos de España. Y así lo ha reconocido él: al Madrid ni en pintura. Unas palabras que honran a un hombre con un carácter difícil, cierto; pero, en definitiva, fue su personalidad el motor que daba sentido a Ronaldinho y a Eto’o en aquellas mágicas temporadas. ¿Se irán estos dos ahora que ya no tienen motor? Veremos.

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2 goles:

Anónimo dijo...

Me quedo con la imagen del Deco de sus primeros años. Mejor olvidar su comportamiento y juego de est última temporada. Un abrazo.

Juanjo dijo...

Me entristce todo esto de Deco. Era mi debilidad, pero su comportamiento y bajón físico y futbolístico puede con mi vieja admiración. Una pena.

Saludos