L'hereu

Símbolo del barcelonismo de los 90 y estandarte de la pedrera durante el Dream Team, Josep Guardiola, l’hereu (el heredero), ha sido designado, entre despecho, amistad y algo de racionalidad, el nuevo entrenador del FC Barcelona para la próxima temporada . Pep, el noi de Santpedor, querido por muchos y odiado por algunos pocos, acepta de esta manera un puesto que empezó a ganarse hace un año cuando se le propuso ser el entrenador que tenía que salvar al filial azulgrana en Tercera División. Guardiola ha cumplido y, con este currículum, da el paso del Mini Estadi al Camp Nou.

Guardiola representa así, de alguna manera, la tradicional figura catalana de l’hereu; es decir, aquel hijo mayor al que el padre le cedía todo su testamento y le confiaba todas las potestades de la familia. Y, simplemente, por ser un buen hijo. Eso parece que ha hecho Laporta con Pep, que será el encargado de levantar a una familia, la barcelonista, que está de regañadientes en los dos últimos años. Pero, ah, juventud, divino tesoro, no siempre está bien vista, y tanto es así que la parroquia culé no acaba de ver preparado a Guardiola para este reto. Dicen de él que no tiene experiencia para un banquillo tan grande. Y, añaden, que no creen que tenga mano derecha para los cracks. Aciertan en lo primero los buenos de los aficionados, pero hierran en lo segundo.

Es cierto que Pep no tiene currículum para hacerse cargo de un equipo tan grande y en crisis, pero también es falso que no sea capaz de poner en orden a un gallinero que se desmadró después de la segunda Champions. Tanto es así que creo que el noi de Santpedor puede aportar dos excelentes condiciones a este nuevo ciclo del Barça y una de muy mala, con lo cual obtenemos la siguiente fórmula: carácter + idiosincrasia azulgrana – experiencia. ¿El resultado? Imposible de saber, aunque todo dependerá de dos factores imprescindibles para que esta operación sea positiva. Primero, que a Guardiola se le deje trabajar tranquilo y no se le repita, día sí y día también, que es un novel. Y segundo, que se realice una brillante limpieza en el vestuario azulgrana compensada con fichajes ilusionantes e ilusionados. Solo así, l’hereu, uno de los mejores cuatros de la historia de este club, podrá demostrar si la experiencia siempre es un grado, o no.

publicado también en Debate21

1 goles:

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Confío plenamente en Guardiola. Sólo temo una cosa: Laporta debe ejercer de presidente y poner disciplina. Sino se consigue esto, la labor de Guardiola quedará aniquilada. Un abrazo.