La tragedia de Benítez

Delante de la capilla ardiente, instalada en el palco presidencial del Camp Nou, desfilaron unas 150.000 personas de todas las edades i condiciones, en un emotivo peregrinaje que se alargó desde las diez de la mañana del domingo siete de abril hasta a las tres de la tarda del día siguiente. Los jugadores del Barça, acompañados por sus compañeros del Espanyol y Real Madrid, los velaron, aún incrédulos delante del drama que havia sucedido. El madridista Gento, que había estado su gran rival dentro del terreno de juego, rezó durante largos minutos delante de la capilla.
La cola de gente, ordenada y silenciosa, se extendía a lo largo de centenares de metros. De madrugada aparecieron taxistas y camareros que finalizaban su jornada laboral. Después, cuando aún el Sol no había salido, se vieron trabajadores de los mercados. Ya al alba, llegaron hombres y mujeres que iban a trabajar a la fábrica y al taller. Más tarde, los empleados de oficinas, almacenes y tiendas. Al fin y al cabo, fue una manifestación impresionante de luto como pocas veces se ha vivido en la ciudad de Barcelona. Como se pudo leer en una publicación de la época, “esta muestra de solidaridad en el dolor, esta explosión de hermandad en torno a un jugador no podría explicarse si no estuviera detrás de un club de las características del Barcelona. El Barça es un símbolo de nuestra tierra, de nuestra región. Algo profundamente enraizado en el espíritu y en el sentir de todos cuando viven honradamente los colores y los sienten y defienden como algo propio”.
Julio César Benítez fue enterrado en el cementerio de Les Corts, al lado mismo del Camp Nou, a las seis de la tarde del lunes 8 de abril del 1968. El día siguiente se celebró el Barça-Real Madrid que no se había podido disputar el domingo i que se había aplazado dos días. Los compañeros de Benítez, agarrotados por la pena, no jugaron un buen partido y no pudieron dedicarle la victoria.: el partido acabó con empate a un gol. Esa Liga la acabaría ganando el Real Madrid, pero el Barça se quitó la espina ganando la final de Copa contra el equipo madridista en el mismo Santiago Bernabéu (1-0). Fue la famosa “final de las botellas”. Aquel 11 de julio de 1968 Sadurní, Torres, Gallego, Eladio, Zabalza, Fusté, Rifé, Zaldúa, Mendonça, Pereda i Reixach pudieron decir: “Va por ti, Julio”.
Texto traducido de la revista “Barça. Camp Nou” y escrito por Manel Tomás.
NO-DO de la tragedia
4 goles:
Efemérides de algo que no conocía.
Bueno siempre aprender.
Saludos.
Un mito del barcelonismo. Fue uno de los mejores jugadores que marcó a Gento. El F.C. Barcelona siempre recuerda a sus leyendas. Muy buen post. Un abrazo.
Muy buen post. No lo conocia.
PD. He hecho un nuevo blog, esta vez de personas que han hecho grande nuestro futbol. Me gustaria que me linkearas en este nuevo.
Un Saludo (http://grandesfutboleros.blogspot.com)
http://pasionsevillista.blogspot.com
Una bonita reseña. Siempre es bueno recordar a las viejas glorias.
Me ha recordado mucha la historia al caso de la muerte de Puerta en el Sevilla.
Un saludo!!
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